FSC-CCOO Murcia | 21 noviembre 2024.

La patronal del transporte de mercancías por carretera aboca a las movilizaciones

  • CCOO no está de acuerdo ni con el fondo ni con la forma de las propuestas patronales presentadas el 7 de mayo, las considera inasumibles, y cree que los representantes patronales no han mostrado deseos de negociar el documento sindical, solo de imponer y extorsionar, provocando con su actitud la movilización en todo el país.

09/05/2013.

La representación social presente en la Comisión Paritaria del II Acuerdo General de Mercancías (IIAGM), los sindicatos CCOO y UGT, que hicieron entrega el 18 de abril de un documento a las patronales del sector del transporte de mercancías por carretera, tenían la esperanza de poder mantener viva la negociación colectiva en el transporte por carretera y dar comienzo a las negociaciones para un convenio a nivel estatal, o bien reestructurar el II AGM.

Este documento que constituye una propuesta para llevar a cabo una reestructuración de la negociación colectiva en el transporte de mercancías por carretera, alejada del legítimo interés de parte, y apostando por el interés general del sector para buscar soluciones a la desregulación que se puede dar ante la posible pérdida de vigencia de algunos convenios provinciales el próximo mes de julio, y otros en fechas posteriores, ha servido solo de alabanza "por el trabajo técnicamente perfecto, pero donde no se recogen los principales temas de interés para los empresarios?, en palabras de las más altas instancias patronales.

Y es que ya en una entrevista a un medio de comunicación especializado en el transporte, el propio presidente de la patronal principal, CETM, Marcos Montero, hizo un adelanto el día anterior de lo que ocurriría el 7 de mayo en la reunión de la Comisión Paritaria del II Acuerdo General de Mercancías por Carretera.

Craso error por parte de los sindicatos en la intención de negociar, pues con una lección bien aprendida, los representantes empresariales se presentan a la reunión sin haber entendido el documento presentado, perdiendo por ello la oportunidad de homogeneizar el transporte de mercancías, desechando la mano tendida con voluntad de negociar, y queriendo utilizar el momento, desde una posición de ventaja, totalmente inasumible para CCOO.

Los recortes sin precedentes propuestos, escasos de argumentos contundentes, incapaces, de convencer a la parte social, sino de que se los pueda creer la propia patronal, han provocado una triste y lamentable recepción en las organizaciones sindicales, que han calificado "de actitud ventajista en el momento actual?.

Es cierto que a trabajadoras y trabajadores les apremia un acuerdo. El 8 de julio está más cerca que nunca y la incertidumbre "del día después? también, pero la ultractividad reivindicada puede que sea sustancia para materia de negociación, pero nunca debe ser objeto de chantaje, en opinión del Sector de Carretera de CCOO.

Propuesta de la patronal

El apremio de la fatídica fecha "obliga? a CCOO y UGT tras acuerdo en el SIMA, a la elaboración del documento presentado con un articulado destinado a unificar puntos básicos de condiciones laborales generales. Pero la avaricia ilimitada solo entiende la forma del documento mencionado, no el fondo del mismo, calificándolo como el presidente de la patronal: de "técnicamente perfecto?; sin embargo, como la técnica tiene poco de humano, la patronal trata de cristianizarla con un contenido más "real?, más "cercano?, más de estos "tiempos?, y con un lenguaje pro-Cospedal, hace la siguiente matización de 5 puntos, descafeinando el documento y dejándole casi vacío de compromiso por parte patronal:

1. Un plazo para esa negociación de convenio estatal, o de modificación de Acuerdo General hasta 31 de enero de 2014.

2. Prorrogar la ultractividad de los convenios provinciales hasta 31 de julio de 2014, lastrando el tiempo de negociación propuesto por los sindicatos.

3. Además los artículos que se negocien deben ser materia reservada y prevalentes en las negociaciones de ámbitos inferiores.
4. No pactarían ningún tipo de compromiso sobre prevalencia de los convenios sectoriales sobre los de empresa, en previsión de futuros cambios legales que lo permitieran, en lo que solo puede ser interpretado como una falta de compromiso real por la regulación sectorial.

5. Desestiman la posibilidad de pactar unas orientaciones, a ofrecer a los negociadores territoriales como "paquete cerrado?, que de ser aceptado por los mismos pudiera desbloquear las negociaciones.

Y con una actitud, que solo puede ser calificada como oportunista, solo podrían entrar en la negociación de carácter estatal propuesta, si por los sindicatos se admite otros 4 puntos, que además se exigen para ser de la partida:

1. Regulación de la jornada para todo el territorio nacional a 1.826,27 horas anuales, como marca el ET. Además de una modificación con porcentaje de distribución de la jornada de un 25%, en el ET es del 10%. Y añaden, "salvo los trabajadores móviles del sector, que se rigen por el 1561?.

2. Eliminación del concepto antigüedad en todos los convenios territoriales que aun lo tengan.

3. Eliminación de la paga de marzo, llamada de beneficios, que solo se abonaría si la empresa realmente tuviera beneficios en el curso del año anterior, beneficios que deberían ser al menos del doble del coste de los salarios, y tras pagados impuestos. Vamos una rebaja directa de una quinceava parte de los salarios.

4. Unificar el valor de las dietas nacionales e internacionales, con la resultante de la media aritmética de los distintos convenios provinciales, y sin tener en cuenta en esa media el "peso específico? por número de trabajadores afectados por cada convenio. Además para aquellas que queden por debajo de esa media, se establecería un periodo transitorio hasta llegar a devengar la media propuesta.

La parte social, obligada a abandonar la mesa

Ante esta "invitación? a que la representación social se levantara de la mesa, las organizaciones sindicales se preguntan si "la gran mentira sindical? de la que hablaba Montero al simplificar al hecho de que los empresarios no se habían levantado, físicamente, de la mesa de negociación, y por tanto con actitud negociadora, tiene o no validez alguna.

Estas actitudes "preconstitucionales? amparadas en hacer "convenios modernos? resultan insultantes, porque lo que se pretende es precarizar a la masa trabajadora fragilizando sus condiciones laborales, como al mismo tiempo, quebrando su futuro con la vana excusa de ser competitivos en un mundo de lobos.

Luego exhibirán declaraciones institucionales que representan al sector del transporte, como las de Ovidio de la Roza, que denuncia a los tiburones, pobres peces medianos que sólo se quejan de los que son más grandes que ellos, mientras intentan comerse despiadadamente a los más pequeños e indefensos, de los que viven. Habrá que ver cuando el mar se convierte en la selva.

La actitud sindical, por la contra, ha tratado de retirar los intereses de parte, dispuestos al bien del conjunto, porque en una situación negociada ambas partes se hacen un favor mutuo: la regulación del sector.

Para CCOO la patronal se engaña con una visión limítrofe, que ahora, les permite un aprovechamiento codicioso y reformista. Tienen y deben profundizar más allá, pues la ceguera temporal es eso, pasajera, y al final del camino, no muy lejano, necesitarán a alguien no tan "innovador?, pero sí más humano con quien pactar para que esos lobos de la competencia, también hambrientos, no usurpen su espacio masiva y compulsivamente y les retiren de la circulación.

Lástima no haber deducido del documento sindical que se hacía un guiño para una negociación general de ámbito estatal, donde el refugio para empresas y para la clase trabajadora hubiera permitido unificar los criterios razonables y flexibles?también sensibles a los derechos y los deberes de todos.

CCOO califica de inasumible la propuesta por su forma y por su fondo y, con independencia de seguir abiertos a la negociación, ve inevitable la movilización, ante la falta de eficacia de las patronales representativas del sector en "convencer? a sus empresas del desastre que puede suponer la desaparición de los convenios provinciales.

Un sector tan atomizado como es el del transporte por carretera, con infinidad de pequeñas empresas, no se puede permitir "la ley de la selva? derivada de la desregulación que supone no tener una norma común en materia laboral que verdaderamente regule, como han sido y son los convenios sectoriales.